El año pasado
posteé un análisis de algunas especies de aves de Paraguay que eran parecidas
entre sí, pero que no eran lo mismo. Esta vez les presento un caso distinto, un
caso en el que los ornitólogos a nivel Sudamérica (no sólo los de Paraguay) han
dicho que eran especies distintas y terminaron siendo la misma especie (más
bien una variante biogeo. El Caso de los “Capuchinos de Paraguay”.
No son unos
monjes con togas y rosarios, ni se sirven en algún bar de lectura con
medialunas, son un conjunto de especies del género Sporophila, que divergió
hace unos cuantos miles de años, uno de los géneros más recientes de aves
conocidas en Sur América. En el continente conocemos a este grupo por 11
especies en el que se caracterizan por tener patrones de coloración canela en
el plumaje reproductivo de los machos, las hembras… son un dolor de cabeza,
pues son todas iguales, por lo que en el campo, sólo se identifica a la especie
por los machos.
Son “pajaritos”
de 9 cm casi imperceptibles a los ojos de cualquier transeúnte, pero estoy
segura de que muchos ornitólogos saltarían de la vía si viera o escucharan el
canto de estos bichos. ¿Por qué darle importancia a pajaritos tan pequeños y
las hembras son una especie de clones entre especies?
Muchas de estas
especies son bastante raras en el continente, algunas, se vieron contadas veces
en el país (a lo largo de su historia), teniendo un limitado rango geográfico
con una significativa declinación de su población debido a la pérdida de
hábitat y la captura para mascotas (tienen un lindo canto) muchas de estas
enanas especies están en peligro crítico de extinción.
Pero, bueno, ese
no era el punto de este posteo, el punto era… ¿qué tal que dos especies relativamente distintas resultan ser una
misma? El criterio de que dos especies sean realmente especies distintas es que
estén aisladas reproductivamente y en el caso de que puedan reproducirse den un
vástago híbrido infértil, aun así es medio complicado ver cuando se reproducen, análisis ex situ como
pruebas de canto, coloración y hábitat, con esto un ornitólogo argentino,
Ignacio Areta, estudió a dos especies curiosamente parecidas y distintas a la
vez.
Sporophila zelichi y Sporophila
palustris desde el inicio fueron especie altamente polémicas, por su
extremo parecido entre ambas. Éste investigador puso a prueba varias hipótesis sobre
su origen, diciendo que podría ser un híbrido de dos capuchinos, o tal vez una
variante regional de Sporophila palustris, o una variante regional de Sporophila cinnamomea (un capuchino más canela).
Los resultados
salieron que S. zelichi y S. palustris tienen notas idénticas y muy características
cosa que no se da en otras especies de capuchinos, como también las
preferencias de hábitat son las mismas entre sí, ambas especies responden a
cantos de reproducción independiente a su especie. Por lo que se concluye, hasta ahora, que ambas
especies sólo son la misma con una variación biogeografica de color.
Hasta los genios
se equivocan no?